Este artículo fue tomado del periódico “El País” de España.
“El hambre ha sido, desde
siempre, la razón de cambios sociales, progresos técnicos, revoluciones,
contrarrevoluciones. Nada ha influido más en la historia de la humanidad”. Esta
es una de las reflexiones del escritor argentino Martín Caparrós (Buenos Aires,
1957) en su libro El hambre, que ha sido galardonado hoy, jueves, con el premio
internacional de ensayo Caballero Bonald. Publicado en 2015 por la editorial
Anagrama, se trata de un “ensayo que, en la gran tradición de la crónica
argentina, aborda uno de los asuntos esenciales a los que se enfrenta la
sociedad contemporánea” y que “concierne a sus víctimas, a sus causantes y a
sus insólitos espectadores”, ha informado el jurado del galardón.
MÁS INFORMACIÓN
DESCARGABLE Primeras
páginas de 'El hambre'
“El hambre es un problema
de riqueza”
Los que alimentan el hambre
‘El Hambre’, de Martín
Caparrós, crónica del gran fracaso humano
La obra se ha alzado
ganadora entre los 150 textos presentados a un premio con una dotación
económica de 20.000 euros. Periodista y escritor, Caparrós, colaborador de El
País Semanal, comenzó su carrera en 1973 cubriendo sucesos en el diario
Noticias. Con la dictadura en su país se exilió a Europa y no retornó hasta
1987. Desde 1991 comenzó a publicar sus relatos de viajes, es autor de novelas
entre las que destaca A quien corresponda (2008) y Los Living, por la que ganó
el premio Herralde en 2011. Desde Medellín, donde se encuentra en el Festival
García Márquez de periodismo, explica por correo electrónico los motivos de El
hambre, un volumen que se ha publicado en 25 países y del que se prepara
"un documental para televisión en Francia y una obra de teatro en
Polonia".
"Tras muchos años de
contar historias en muchos lugares del mundo, siempre me cruzaba con personas
que no comían suficiente. Y siempre había alguien que te decía, ‘qué tontería
ponerse a hablar del hambre, ya sabemos todo lo que hay que saber, es
aburrido’. Un día decidí que valía la pena intentarlo”.
En su libro, Caparrós
intenta encontrar las respuestas a por qué cada día mueren 25.000 personas de
hambre en el planeta. A lo largo de las casi 600 páginas analiza lo que
denomina “el mayor fracaso del género humano”. Caparrós señala que para
desarrollar su obra lo primero fue entender “que no existía el hambre, sino
muchos millones de personas que pasan hambre, y quise contar algunas de sus
historias. Después entendí que no existía el hambre, sino distintos mecanismos
por los que esas personas no comen suficiente, y quise contarlos". El
autor recorrió “una docena de países, desde India hasta Argentina, desde
Madagascar hasta EE UU”. Un trabajo de cinco años.
Ocho capítulos, ocho países.
El ensayo está estructurado
en ocho capítulos, cada uno sobre un país. "Desde el supuesto hambre
estructural del Níger hasta el uso del hambre como instrumento de explotación
en Bangladesh, pasando por el funcionamiento de la Bolsa de Chicago, que define
los precios de los alimentos en el mundo, o las tradiciones sociales y
religiosas que mantienen 250 millones de hambrientos en la India, las guerras
que lo producen en Sudán, los sistemas clientelares en Argentina, la apropiación
de tierras en Madagascar", añade.
Una de las grandes
preguntas a las que invita el libro es por qué no se acaba con el hambre. “Solo
se necesita que queramos hacerlo: que muchos empecemos a considerarlo como
nuestro problema, que hagamos presión. Pero claro, es fácil pensar que es algo
que les pasa a otros, y olvidarlo”, dice Caparrós. Así que ante la evidente
pregunta de si todos los seres humanos podrían tener comida, responde que “sin
la menor duda”. “Y eso es lo peor, lo que hace que todo sea más indignante.
Hace 30 o 40 años que producimos comida suficiente para todos los habitantes
del planeta, y sin embargo sigue habiendo más de 800 millones que pasan hambre.
El problema es económico y político, el resultado de cómo los países ricos
acaparamos los recursos alimentarios del mundo y los despilfarramos”. Una
paradoja que en su libro le lleva a preguntarse en varias ocasiones: “¿Cómo
carajo conseguimos vivir sabiendo que pasan estas cosas?”.
El jurado del Caballero
Bonald estuvo formado por Victoria Camps, José-Carlos Mainer, José María
Pozuelo Yvancos, Fernando R. Lafuente, Santos Sanz Villanueva y Fernando
Domínguez Bellido, representante de la Fundación Caballero Bonald, creada en
1998 para custodiar la obra del poeta jerezano nacido en 1926.
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