lunes, 6 de octubre de 2025

SHOPIFY: LA APUESTA -YA NO TAN OCULTA- DE INTELIGENCIA ARTIFICIAL

 En el proceso de entender en toda su extención el papel que juega la IA en el contexto social, ecconómico y político del mundo, he traido artículos sobre esta herramienta con el único objetivo de entender su espectro en la condición humana a cabalidad. CESAR HERNANDO BUSTAMANTE

Tomado de News Sensei

Shopify (SHOP) entró al radar de News Sensei en octubre de 2023, cuando sus acciones rondaban los 50 dólares. Desde entonces, el rendimiento ha sido extraordinario: hoy cotiza en torno a los 150 dólares, lo que significa que ha triplicado su valor en apenas dos años. En un mercado que se ha vuelto cada vez más concentrado en pocas acciones tecnológicas, Shopify ha demostrado que todavía existen historias de crecimiento fuera del club de los “siete magníficos” de la inteligencia artificial.


¿A qué se dedica Shopify? Su modelo es simple en apariencia pero profundo en impacto: es la plataforma que democratizó el comercio electrónico. Permite a cualquier emprendedor minorista (incluso aquellos muy pequeños, y con pocos recursos) marca o empresa montar su propia tienda digital con infraestructura de pagos, logística, analítica y marketing, todo bajo un ecosistema integrado. Es, en cierto sentido, el “back office” de la economía digital.


A diferencia de Amazon o Mercado Libre han levantado imperios sobre el modelo de marketplace centralizado: grandes plazas digitales que concentran la oferta, atraen tráfico masivo y controlan la experiencia del cliente, al costo de que los vendedores pierdan identidad de marca y autonomía. Shopify juega un juego distinto: no compite por ser la plaza pública, sino por ser la infraestructura invisible que permite a cada comerciante erigir su propia tienda con control total sobre su narrativa, relación con clientes y estrategia. Esa descentralización se traduce en tres ventajas clave: autonomía de marca (el consumidor compra directamente al cliente, no a “Amazon”), flexibilidad de integración (Shopify se conecta con redes sociales, aplicaciones y ahora con Chat GPT), y escalabilidad invisible (crece con sus comerciantes sin rivalizar con ellos, a diferencia de Amazon con sus marcas propias). En la era de la inteligencia artificial, esa invisibilidad se transforma en poder: aunque el usuario nunca vea su logo, cada vez que una IA ejecute una compra por ti, es muy probable que el sistema corra sobre Shopify.


¿Cómo lo hace? A través de una combinación de software, escalabilidad y visión global. Shopify ha expandido su negocio más allá del comercio en línea: está presente en ventas físicas (con sus terminales y punto de venta), en B2B/Enterprise (donde marcas globales como Starbucks ya están en su plataforma) y en mercados internacionales, donde Europa y Asia están impulsando gran parte de su crecimiento. El resultado: ingresos creciendo 31% anual, GMV (Gross Merchandise Volume, es decir, el valor total de los bienes vendidos a través de la plataforma) de más de 2 billones de dólares, y una capacidad para innovar que la distingue de competidores más estáticos.


¿Qué la hace diferente? Tres palancas estratégicas: internacionalización, la expansión a tiendas físicas y el desembarco en clientes corporativos. A esto se suma una cultura de innovación en productos que se refleja en iniciativas como Checkout Kit, Universal Cart y la integración con Microsoft Copilot. Shopify no es solo una plataforma de ventas: es un ecosistema que busca unir todos los puntos del comercio moderno.


¿Por qué es una jugada de IA? Porque acaba de firmar una alianza con OpenAI que convierte a ChatGPT en un canal de ventas directa. Imagina preguntar en un chat por “unos tenis de running con buen soporte” y comprar en segundos gracias al catálogo de Shopify integrado al motor conversacional. Esta convergencia IA + comercio apunta a un nuevo paradigma: no navegarás catálogos, la IA te llevará al producto exacto. Si en los noventa el navegador fue el punto de entrada a internet, ahora el asistente de IA podría convertirse en el punto de entrada al comercio. Y Shopify está en el centro de ese cambio. En 2023 escribimos: “Con la plataforma de comercio electrónico de Shopify, los usuarios pueden crear una tienda en línea atractiva y completamente funcional sin mucho esfuerzo. Shopify tiene una gran oportunidad de beneficiarse de la adopción de la IA. Shopify ya ha lanzado un asistente de compras con IA, impulsado por ChatGPT. El mecanismo ayuda a crear una experiencia de compra más rápida y personalizada para los consumidores. Asimismo, está en posibilidad de seguir explorando otros usos para utilizar su posición de liderazgo y ser pionero en llevar el poder de la IA al comercio electrónico y a la industria minorista”. Ahora esto es una realidad.


Aquí es donde entra la visión futurista. En un mundo donde la inteligencia artificial reordena industrias enteras, el comercio será cada vez más invisible y fluido. Las interfaces desaparecerán; bastará con pensarlo, decirlo o sugerirlo, y un agente digital resolverá la transacción.

Hoy más de 700 millones de personas utilizan ChatGPT de manera regular, y esa cifra sigue en expansión, lo que convierte a la inteligencia artificial conversacional en una de las interfaces más masivas y con mayor potencial de monetización de la historia digital. Para Shopify, cuya infraestructura ya está integrada al ecosistema de OpenAI, este crecimiento significa un canal de distribución y ventas sin precedentes: cada interacción puede convertirse en una transacción. Ya en 2023, en News Sensei advertíamos sobre la creciente concentración del mercado: un puñado de acciones tecnológicas vinculadas a la IA explicaban el 75% de la ganancia total del Nasdaq, llevando la bolsa estadounidense a su mayor concentración en seis décadas. En ese contexto, mirar hacia jugadores fuera de ese núcleo ultraconcentrado —como Shopify— ofrecía una apuesta estratégica más equilibrada y con espacio de crecimiento. Hoy, la confluencia entre la masificación de la IA y el modelo descentralizado de Shopify refuerza esa visión de largo plazo.


Y hay más catalizadores curiosos. Shopify, que tiene raíces en Canadá, también se beneficia indirectamente de la ola de legalización del cannabis en ese país (y próximamente en el mundo). La infraestructura digital para vender, procesar pagos y distribuir productos de cannabis regulados ha encontrado en Shopify un aliado. Este ángulo —poco comentado por analistas tradicionales— le añade una veta especulativa ligada a una industria multimillonaria en expansión global.


El telón de fondo es un mercado bursátil cada vez más concentrado: siete acciones relacionadas con la IA (Apple, Amazon, Alphabet, Meta, Microsoft, Nvidia y Tesla) explican gran parte de las ganancias totales del Nasdaq. Estados Unidos vive la mayor concentración bursátil en 60 años. Sin embargo, Shopify representa la historia alternativa: una empresa fuera del núcleo de las “big tech” que ha logrado crecer 150% en dos años gracias a ejecución impecable, innovación continua y visión de largo plazo.


Podemos decir que Shopify no es solo una acción: es una narrativa. Es la historia de cómo el comercio se está fundiendo con la inteligencia artificial, cómo la infraestructura invisible puede generar más valor que las marcas visibles, y cómo la próxima década podría ver a Shopify en la liga de las megacapitalizaciones globales. En un escenario plausible, su plataforma podría ser la espina dorsal del “comercio autónomo”, donde la IA no solo recomienda, sino que negocia, compra y distribuye por nosotros.


*Ningún valor bursátil o digital, en ninguna de las empresas o criptomonedas mencionadas, forma parte de una recomendación financiera y se realiza únicamente con fines informativos.