Cómo hacer de la paz un negocio. Convertirla en sostenible y rentable. Es la peor expresión de un capitalismo voraz y despreciable que se aprovecha de las más virulenta circunstancia para hacer de un genocidio un negocio inmobiliario oprobioso. El presidente Trump, diseñó una estrategia impecable, remplazó la diplomacia por las cifras galopantes en compañía de su yerno Jared Kushner y De Steve Witkoff, el primero esposo de Ivanka y el segundo inversor americano con negocios en varios países de Oriente Medio, socios entre sí, vinculados a grupos inmobiliarios de Emiratos y a Liberte Financial, firma de criptomonedas en Abu Dabi.
El negocio, lógico, es la reconstrucción de Gaza. Ahí están igualmente representados los intereses de Catar (Sheikh Mohamed bimng Abulrahman Al Thani), de Egipto (Hassan -rashad director de inteligencia de su país), Turquía (Ibahin Kalin jefe de inteligencia) y por su puesto Hamas ((Kalill al Hayya). Es un precipitado que dice mucho de cómo la paz no está pensada para las victimas sino en el negocio inmobiliario de unos pocos.
Trump y Wickoff están detrás del llamado "GREAT (Gaza reconstituion, economic aceleration and trasformation Trust ewel) plan impulsado por los aliados del presidente estadounidense para la reconstrucción y el desarrollo económico de Gaza tras el acuerdo de paz.
Nada se dice de la denuncia de crímenes de guerra contra el primer ministro Benjamin Natanyahu y el exministro de defensa Yoag Galant. Poco se habla de los USD 21.700 millones que Estados Unidos ha invertido en ayuda militar a Israel, según un informe realizado por la universidad de Brown. Muchas cosas pasan en el mundo y no se revela la verdad. Recordemos, Washington y Kiev firmaron en abril un acuerdo que le permite a los Estados Unidos tener acceso a la explotación de los recursos naturales ucranianos. Este es el mundo que nos está imponiendo el seño Trump: América para los americanos.
Los Estados Unidos, antes propugnaba por intereses en favor de la democracia, la paz y el multilateralismo y hoy anda al garete de un negociante ávido de dinero, sin ningún respeto por los tratados internacionales (Más de 15 TLC rotos de manera unilateral a través de resoluciones ejecutivas). Siempre ha propugnado por sus intereses geopolíticos pero nunca de la manera que lo está haciendo Trump. Esperaré como termina esto mis queridos lectores.
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