Desde hace más de
treinta años he venido leyendo este excelente escritor. Cuando leí por primera
vez: “Castigo Divino”, quede sorprendido con su prosa, por la capacidad de
hilvanar una historia como si fuera un guion cinematográfico, trama que decanta
lo perverso de la naturaleza humana capaz de urdir los peores hechos. En
adelante nos fue entregando una obra rica en temáticas, excelsa, dejando ver
gran parte de la tragedia latinoamericana y consciente del papel de la
literatura en el desarrollo de los pueblos. No olvidemos que Sergio ha lidiado
en la vida con la política, digamos que la ha padecido y como todos es
imposible evitarla. Su obra no escapa a estas ópticas, más en nuestro
continente. Estoy alegre con este reconocimiento. El consejo, leerlo con
juicio. Este artículo de la revista “El cultural” de España es una buena
síntesis de su trayectoria.
El autor de obras como Sara o El cielo llora por mí, que
compaginó su carrera literaria con un destacado activismo político, recibe el
galardón por "por aunar en su obra la narración y la poesía y el rigor del
observador y el actor, así como por reflejar la viveza de la vida cotidiana
convirtiendo la realidad en una obra de arte".
El escritor nicaragüense Sergio Ramírez (Masatepe, 1942) ha
sido galardonado con el Premio Cervantes 2017, reconocimiento que otorga cada
año el Ministerio de Cultura, para lo que han sido necesarias siete votaciones
hasta alcanzar el veredicto. El Cervantes, considerado el Premio Nobel de las
letras castellanas y dotado con 125.000 euros, galardonó el pasado año al
escritor español Eduardo Mendoza. El 23 de abril de 2016, día en que se
conmemora la muerte de Cervantes, el escritor recibirá este galardón durante
una ceremonia que habitualmente tiene lugar en la Universidad de Alcalá de
Henares y que está presidida por los reyes.
El autor de obras como Sara o El cielo llora por mí, que
compaginó su carrera literaria con un destacado activismo político, recibe el
galardón por "aunar en su obra la narración y la poesía y el rigor del
observador y el actor, así como por reflejar la viveza de la vida cotidiana
convirtiendo la realidad en una obra de arte, todo ello con excepcional altura
literaria y en pluralidad de géneros, como el cuento, la novela y el columnismo
periodístico", según recoge el acta del jurado.
Nacido en el pueblo de Mastepe, a 50 kilómtetos de Managua,
en 1942, con 17 años Ramírez ingresa en la Facultad de Derecho de la
Universidad Nacional Autónoma de León y un año después funda la revista
experimental literaria Ventana, encabezando el movimiento literario del mismo
nombre junto a Fernando Gordillo. En 1964 se gradúa como doctor en Derecho,
recibiendo la Medalla de Oro como mejor estudiante de su promoción. En 1968 y
1976 es elegido secretario general de la Confederación de Universidades Centroamericanas
(CSUCA), con sede en Costa Rica.
En 1977 encabezó el Grupo de los Doce, formado por
intelectuales, empresarios, sacerdotes y dirigentes civiles, en lucha contra el
régimen dictatorial de Somoza. Tras el triunfo electoral del Frente Sandinista,
fue elegido vicepresidente de Nicaragua. Desde el gobierno presidió el Consejo
Nacional de Educación y fundó la editorial Nueva Nicaragua. Después de 1996
decidió abandonar la política para volver a escribir. "No escribí ni una
palabra entre los 35 y los 45 años, porque entonces era joven y lo que más me
importaba era la revolución. Ese sacrificio no lo volvería hacer por nada del
mundo, ni aunque me ofrecieran, qué se yo, la presidencia de la General
Motors", contaba en su última entrevista en El Cultrual. Ahora Sergio
Ramírez ya no milita en nada (desaprueba el "ateísmo militante") y
trata de transmitir a los jóvenes que, "si la literatura está reñida con
algo, es precisamente con la militancia".
De hecho, el escritor ha reflexionado profundamente con posterioridad
sobre la relación entre política y literatura, una simbiosis que ve
completamente imposible. "Yo recomiendo siempre a los alumnos que me
encuentro en talleres y seminarios que no se metan en política, lo cual no
quiere decir que no opinen", puntualiza. "Uno tiene que tener una
conciencia abierta y crítica, sobre todo en países con tantas anormalidades
públicas como tienen los de América Latina. Pero la obra literaria debe
abordarse desde la libertad y hablarle al poder, no plegarse a él; y eso es algo
que, si uno pertenece a un partido, o forma parte de un régimen, se ve
notablemente limitado".
Como escritor Ramírez cultiva una pluralidad de géneros,
alternando los cuentos, con las novelas, el ensayo y los artículos
periodísticos. Entre sus cuentos destacan, entre muchos, , Perdón y olvido,
Catalina y Catalina, Flores oscuras o La viuda Carlota y otros cuentos. De su
producción novelística cabe destacar Margarita, está linda la mar, Sombras nada
más, Mil y una muertes, La fugitiva o Sara. Algunos de sus títulos ensayísticos
son Oficios compartidos, Tambor olvidado o La manzana de oro. Ha escrito
también varios títulos de temática gastronómica como Lo que sabe el paladar:
diccionario de los alimentos de Nicaragua o A la mesa con Rubén Darío.
Durante su dilatada trayectoria ha recibido numerosos
galardones como el Premio Bruno Kreisky de Austria (1988), la Orden de
Caballero de las Artes y las Letras de Francia (1993), la Medalla Presidencial
del centenario Pablo Neruda otorgada por el gobierno de Chile (2004), el Premio
Rafael Heliodoro Valle de la República de Honduras (2007), el Premio
Internacional Carlos Fuentes (2015) o la Orden al Mérito de la República
Federal de Alemania (2007).
Ramírez es doctor honoris causa por la Universidad Central de
Ecuador, por la Universidad Blaise Pascal de Clermont-Ferrand (Francia) y por
la Universidad de Catamarca (Argentina). Fue secretario general de la
Confederación de Universidades Centroamericanas y actualmente es miembro de la
Academia Nicaragüense de la Lengua, de la Real Academia Española, de la
Academia Puertorriqueña de la Lengua, y de la Academia Panameña de la Lengua.
Asimismo es miembro del Patronato del Instituto Cervantes, presidente del
Consejo Honorario del Instituto Iberoamericano, y presidente del Encuentro
Internacional de Escritores Centroamérica Cuenta.
Con este nuevo reconocimiento, el escritor se une a la amplia
nómina de prestigiosos ganadores del Cervantes, entre los que se encuentran,
además del mencionado Mendoza, el palmarés de los últimos años se completa con
los nombres de Fernando del Paso (2015), Juan Goytisolo (2014), Elena
Poniatowska (2013), José Manuel Caballero Bonald (2012) y Nicanor Parra (2011),
entre otros.
En esta edición, el jurado ha estado formado por Darío
Villanueva, representante de la Real Academia Española, que además ha actuado
como presidente; Eduardo Mendoza, galardonado en 2016; designada por la
Academia Nacional de Letras de Uruguay, Beatriz Vegh; por la Conferencia de
Rectores de las Universidades Españolas (CRUE), Carmen Ruiz; por la Unión de
Universidades de América Latina (UDUAL), Diego Valadés; por el director del
Instituto Cervantes, Esperanza López Parada; por el ministro Cultura, Antonio
Pau; por la Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE), M.ª del
Carmen Pérez de Armiñán, por la Federación Latinoamericana de Periodistas
(FELAP), Ileana Alamilla; y por la Asociación Internacional de Hispanistas,
María Augusta da Costa.
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