«Muchos lo ignoran, pero en el infierno hay un lugar reservado para quienes empiezan sus artículos con una cita», escribió una vez Francisco Casavella. Nosotros, que no tenemos al infierno, nos permitimos comenzar esta newsletter con las inspiradas palabras que pronunció cuando recibió el Premio Nadal en 2008 por Lo que sé de los vampiros: «Que todo es terrible, pero nada es serio; que no hay demasiada esperanza, pero todo es una especie de broma; que nada es blanco o negro, sino que todo es blanco y negro... como algunos gatos, se me ocurre ahora».
Hoy queremos hablaros de este autor excelente, inalcanzable, ‘cazador de paradojas’, como definió a los novelistas en una ocasión; un autor maldito y apasionado, un escritor mítico y un mito escritural. Nacido en Barcelona el 15 de octubre de 1963 bajo el nombre de Francisco José García Hortelano, utilizó como pseudónimo el apellido de su abuelo materno, Casavella, para distinguirse de su admirado Juan García Hortelano, el autor de El gran momento de Mary Tribune. Francisco Casavella se dio a conocer en los años ochenta como articulista de prensa en revistas de cine y de música, aunque no fue hasta 1990 que sorprendió al público con El triunfo, su primera novela, ambientada en el Paralelo barcelonés y con la que ganaría el Premio Tigre Juan. Después llegarían sus novelas Quédate (1993), Un enano español se suicida en Las Vegas (1997), El secreto de las fiestas (1997) y, antes de Lo que sé de los vampiros (2008), su obra más reconocida: la trilogía El día del Watusi (2003), tres novelas colosales y fundacionales que retrataban una Transición repleta de escándalos políticos y financieros, así como una Barcelona «destruida, sonámbula, corrupta», una ciudad de bajos fondos, canalla, protagonizada por personajes picarescos y arribistas, y que sería un escenario recurrente en su escritura verborreica, divertida, tierna, aventurera y subversiva. En palabras de Kiko Amat, Casavella era «un submarinista nato del inframundo».
Poco podíamos imaginar, cuando pronunció el discurso de aceptación del Premio Nadal en 2008, que moriría en diciembre de ese mismo año, debido a un infarto, poniendo así un fin apresurado, doloroso e injusto a un talento y un oficio enorme.
Desde entonces, Casavella y su obra se han convertido en una figura icónica del malditismo –algo que, al parecer, siempre detestó–, y han vivido un proceso de recuperación que ha incluido la adaptación cinematográfica en 2010 de su novela El idioma imposible (la tercera parte de El día del Watusi, dirigida por Rodrigo Rodero); la exitosa adaptación teatral de la trilogía, el año pasado, por parte de Iván Morales, en un montaje protagonizado por Enric Auquer; así como la reedición de su obra por parte de Anagrama, comenzando por la publicación en 2016 de El día del Watusi en un solo volumen (con prólogos de Carlos Zanón y Kiko Amat y un epílogo de Miqui Otero) y continuando con sus otras novelas, hasta la recuperación reciente de Lo que sé de los vampiros, una obra ambientada en el siglo XVIII que nos invita a conocer los claroscuros de los grandes acontecimientos históricos.
Desconocemos si, en un rocambolesco juego de contrarios, acabar este texto con otra cita nos podría llevar de vuelta al cielo. Sea como fuere, nosotros queremos abrazar la paradoja y cerrar esta newsletter con sus palabras: «La mejor herencia que puede tener el ser humano es ir cogiendo lo mejor de alguien que ha desaparecido y transmitírselo a una generación venidera». Amén.
PILDORAS
PARA ESTE DÍA
Fiesta de presentación de El triunfo en Nick Havanna
Cuando en 1990 Francisco Casavella publicó El triunfo, su editorial, Versal, organizó una fiesta rumbera en la sala Nick Havanna que contó con las actuaciones, entre otros, de Chipén, Estrellas de Gracia, Ramonet y Los Pocholos (llegaron a coincidir hasta veinte músicos en el escenario). Un verdadero fiestón, muy en consonancia con el espíritu del libro, y que quedó inmortalizado en este vídeo.
Anoxia, Libro del Año Región de Murcia
El escritor Miguel Ángel Hernández ha sido merecedor del premio Libro del Año Región de Murcia por Anoxia, publicado en 2023. La novela se pregunta cuál es nuestra relación con los muertos a partir de un excéntrico anciano obsesionado con recuperar la antigua tradición de fotografiarlos. El premio está dotado con 4.000 euros y se entregará el 19 de diciembre de 2024, a las 18.30 horas en el Hemiciclo de la Facultad de Letras de la UMU. ¡Muchas felicidades, Miguel Ángel!