Está
claro que se acabaron los buenos libreros. La conversación que es el más elemental de
los recursos se ha perdido. El hombre por lo urgente olvidó lo importante, el
tiempo subjetivo ha sido entregado impunemente a lo efímero y actividades
insustanciales que, en todo caso respetamos. Este sitio está hecho para conversar alrededor de lo hedónico y lúcido donde la condición estética prime como óptica de la naturaleza humana. Espero que sea fluida, rescate al hombre de su esclavitud por las cosas,
donde el ser y el buen trato protagonicen nuestros tiempos y el que-hacer
cotidiano. Los esperamos.
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